¿Quién puede hacer autostop?
Cualquiera puede hacer autostop, pero algunas personas pasarán más tiempo esperando que otras. Como norma general, los conductores decidirán recogerte cuando puedan conectar contigo de alguna manera. Una persona no te recogerá si se siente amenazada por ti. Por lo tanto, las personas que son percibidas como no amenazantes y con las cuales es fácil identificarse encontrarán muy sencillo hacer autostop; mientras que las personas que poseen un aspecto intimidante, o con las que no es fácil conectar, lo encontrarán más difícil.
En general, una persona conectará contigo si cree que tenéis cosas en común, o si les recuerdas a alguien que conoce. Por ejemplo, otros viajeros se sentirán fuertemente identificados contigo ya que estáis haciendo lo mismo, la única diferencia es que ellos están utilizando un vehículo, así que es muy probable que te acompañen. Puede que el director general de un banco (un jefazo o pez gordo) no conecte tanto contigo a nivel personal, pero si le recuerdas sus hijos o hijas, podría recogerte. Este proceso de selección juega a tu favor: si alguien decide parar con la intención de recogerte, es probable que tengáis algo en común, lo que ayudará a que la conversación fluya con más facilidad.
Lo cierto es que es más probable que la gente se detenga para recoger a mujeres antes que a hombres. Sea justo o no, en la mayoría de los lugares del mundo las mujeres suelen ser percibidas como menos capaces de causar daño y más propensas a necesitar ayuda que los hombres. Ellas obtienen una puntuación muy alta en la escala de “personas no amenazantes y con las que es fácil conectar”. Sin embargo, también es posible que las mujeres corran más riesgos al hacer autostop y, por lo tanto, pueden llegar a rechazar un mayor número de viajes. O eso dice la teoría: las mujeres autoestopistas que he conocido me cuentan que se sienten cómodas aceptando subirse a la gran mayoría de vehículos, y, ciertamente, tienden a conseguir llegar a los lugares más rápido de lo que yo soy capaz cuando estoy solo.
Dicho esto, he conocido autoestopistas de todos los géneros, edades, razas y niveles higiénicos. Y todos parecen llegar a su destino.