How to Hitchhike

Viajar en el vehículo

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Presentarse y entablar conversación

Una vez que hayas aceptado que alguien te lleve y hayas entrado en su vehículo, preséntate y, si es posible, dale la mano al conductor. Agradécele que te haya recogido, pero sin exagerar: algunas personas pueden sentirse incómodas con las muestras de gratitud muy elaboradas. Una buena forma de tranquilizar a alguien es tratarlo inmediatamente como si fuera un amigo. Puedes empezar la conversación preguntando simplemente "¿Cómo te va el día?".

Piensa en la forma en que se hablan los amigos: la conversación fluye con naturalidad, casi sin esfuerzo. No se entrevistan; no hay necesidad de hacer muchas preguntas sobre quiénes son y qué les gusta, porque esas cosas ya las saben. Los amigos pasan la mayor parte del tiempo hablando en afirmaciones; una persona expresa una opinión sobre algo y la otra le responde. Intentan hacerse reír mutuamente. Las preguntas se utilizan sobre todo para aclarar o pedir más detalles sobre algo que se acaba de decir. Ambas personas suelen practicar alguna forma de "escucha activa", en la que el oyente está de acuerdo con el orador mientras habla y luego reformula o parafrasea lo dicho con sus propias palabras antes de responder con algo nuevo.

Tu objetivo es llegar a este tipo de conversación lo antes posible. No caigas en la trampa de entrevistar al conductor o hacer que te entreviste. Las preguntas se agotarán inevitablemente y, en última instancia, todo el ejercicio carece de sentido. Es poco probable que vuelvas a ver a esa persona, así que no hace falta que le preguntes cada detalle. La mayoría de la gente se da cuenta de que, en cierto modo, este tipo de conversación no es auténtica, y tratarla como a un amigo significa ser sincero y honesto.

Cuando preguntas a alguien cómo le va el día, su respuesta suele ser de dos tipos:

"Bien, gracias, ¿y a ti?".

"Bueno, me espera un largo viaje hasta Salt Lake City. Acabo de estar en Denver, donde he visitado a mi hija y a su marido para ayudarles a preparar su primer bebé".

El segundo tipo de respuesta es el que esperas: una respuesta larga con muchos temas de conversación que puedes elegir para desarrollar. Busca puntos en común e intenta juzgar de qué tema le gustaría más hablar al conductor. A continuación, formula una pregunta con el objetivo de obtener una respuesta igualmente larga.

Si recibes la primera respuesta, serás tú quien presente posibles temas de conversación entre los que el conductor pueda elegir. Una buena respuesta sería algo como "Me lo estoy pasando muy bien. He estado visitando a mi amigo en Boulder y hemos pasado mucho tiempo escalando y haciendo senderismo. Ahora estoy intentando llegar a San Francisco; no sé mucho sobre la ciudad, pero he oído que es preciosa". Con esta respuesta has revelado algo sobre ti (te gustan las actividades al aire libre y las ciudades bonitas), has abierto posibles temas de conversación sobre Boulder (y zonas cercanas) y has planteado indirectamente una pregunta sobre cómo es San Francisco. Intenta anticipar cualquier tipo de punto en común que podáis compartir, pero no seas deshonesto sobre ti mismo para intentar caerle bien.

Hablando de esta manera le das al conductor la oportunidad de seleccionar los temas de conversación con los que se sienta más cómodo y a ti te resultará más difícil quedarte sin cosas que decir. Si se agota la conversación sobre un tema, puedes volver atrás y desarrollar una nueva línea de conversación sobre algo que se haya dicho anteriormente o puedes hacer otra pregunta abierta y desarrollarla a partir de ahí.

A medida que hables, empezarás a hacerte una idea de la personalidad y los intereses de tu interlocutor. Puedes utilizar esta información para dirigir la conversación hacia temas de los que le guste hablar. He aquí una lista de los tipos de conversación a los que puedes aspirar, ordenados de mejor a peor:

  1. El conductor explica un tema en el que se considera a sí mismo una figura de autoridad: sus pasiones o áreas de especialización.
  2. El conductor te cuenta una historia o comparte sus pensamientos y sentimientos sobre experiencias que ha vivido.
  3. Tú compartes con el conductor tus experiencias, pensamientos y sentimientos sobre un tema que te interesa de verdad.
  4. Pides opiniones y recomendaciones al conductor sobre ciertos temas seguros e inofensivos (películas, música, libros, lugares que visitar).
  5. Tú cuentas una historia entretenida.
  6. Charla trivial.
  7. Silencio.
  8. Temas delicados que incluyen la mayoría de las conversaciones políticas, religiosas o filosóficas.

¿Hablar de temas delicados es realmente peor que el silencio? Depende, por supuesto, y hay algunos autoestopistas que disfrutan hablando de estos asuntos, particularmente mientras viajan. Sin duda, participar en este tipo de charlas te brinda la oportunidad de escuchar opiniones muy diversas y de ampliar tus creencias actuales. Sin embargo, hay que tener mucho tacto y amplitud de miras para que esto funcione (no sólo tú sino también la persona que conduce). Estas conversaciones pueden ser un campo de minas.

Por lo general, cuanto más escuches, mejor será la conversación, y ganarás puntos si encuentras puntos en común o aprendes cosas nuevas sobre el mundo. Sin embargo, a veces te tocará viajar con alguien poco hablador. En estas situaciones, te toca a ti juzgar si esa persona se entretendría con una de tus historias más largas, o si preferiría permanecer en silencio, semiincómodo o no, durante un rato. Cuando se pasan varias horas viajando juntos, el silencio a veces puede ser un alivio.

Ayudar a los demás para ayudarte a ti

La mayoría de las veces, si estás en el vehículo de alguien, significa que han tomado la decisión de ayudarte, pero no todos los conductores entienden cuál es la mejor manera de hacerlo. No tengas miedo de ser claro sobre lo que sería más útil para ti. Descubrirás que muchos conductores están más que dispuestos a hacer lo que esté en su mano para facilitarte la vida y, sin duda, merece la pena aprovecharlo siempre que puedas.

Cuando se acerque el final del viaje, la mayoría de los conductores te preguntarán dónde quieres que te dejen. Si estás en un pueblo o ciudad, busca la siguiente carretera adecuada para buscar un punto de autostop y pregunta si te pueden dejar cerca de esa carretera o cerca de cualquier transporte público que se pueda utilizar para llegar a esa carretera. Si quieres seguir por la misma carretera, pero la están abandonando, pide que te dejen en la última área de descanso.

He descubierto que hacer autostop me va muy bien cuando utilizo esta frase mágica:

"Necesito que me dejes en la carretera con más tráfico que va a [mi destino], en un lugar donde sea seguro parar".

Si estás cerca de tu destino final, los conductores suelen ofrecerse a llevarte hasta allí.

Written by
Chris Drifte
Translated by
Anna Florensa Capitan